Yerbas Buenas se formó a partir de la construcción de su primera iglesia en el año 1785 y En torno a ella, las familias comenzaron a construir sus hogares. El 27 de abril de 1813, Yerbas Buenas destaca en la historia del país, ya que aquí ocurre el hecho que marca el inicio de la independencia de Chile: “La Sorpresa de Yerbas Buenas”, batalla en la que una parte importante del Ejército Realista y un puñado de Patriotas, por primera vez se enfrentaron bélicamente.
Hacia 1835 la incipiente aldea de Yerbas Buenas, con apenas 6 casas levantadas alrededor de la iglesia, fue azotada por un terremoto que destruyó por completo sus construcciones. Solo se salvo la casa de la familia Contreras, que hasta hoy permanece en pie y que alberga al actual Museo Histórico. Después de este gran terremoto, la aldea tomo carácter de pueblo, con la llegada de nuevas familias como los Astete, Muñoz Olave, Bobadilla, Ferrada, etc., siendo éstas las impulsoras y precursoras de una nueva etapa.
Gracias a la labor del arquitecto y Párroco encargado del villorrio, don Heráclito Merino, se construyó la segunda iglesia entre los años 1886 y 1900. Esta edificación, diseñada por el mismo sacerdote, fue de estilo ecléctico, predominando los detalles góticos, llegando a ser una de las edificaciones más imponentes en ese entonces para el pueblo y región. La construcción estaba compuesta por 2 enormes torres de 40 metros de alto y en su momento, fue la segunda construcción eclesiástica más importante después de la de Concepción.
En 1891, el Presidente Jorge Montt promulgó el Decreto de creación de 195 Municipalidades a lo largo de todo Chile, siendo una de ellas nuestro querido Yerbas Buenas. Como Municipalidad y Comuna autónoma se instaló a contar del 22 de Diciembre de 1891, siendo su fundador y primer Alcalde Don Estanislao Astete Osses.
En 1913 la comuna celebró unos de los mayores hitos de la época: el Centenario de la Sorpresa de Yerbas Buenas, siendo alcalde en aquel tiempo, José Miguel Ferrada. Hubo grandes celebraciones y adémas se dio inicio a la construcción del primer ferrocarril que recorrió Yerbas Buenas y otras comunas aledañas.
Hacia 1925, durante la celebración del mes de María, ocurre otro hecho relevante para la comuna. La magnífica e imponente Iglesia, de tan solo 25 años de construcción, fue consumida por un devastador incendio que se inicio en una de las torres, al lugar asistió el Cuerpo de Bomberos de Linares, quienes a su llegada constataron que del templo quedaban sólo las paredes agrietadas y ennegrecidas por el fuego y el humo.
Finalmente, es importante mencionar que el pueblo para el terremoto del 27 de febrero de 2010, sufrió devastadores efectos, destruyéndose parte del patrimonio arquitectónico que se ubicaba en las principales vías de la comuna, pero con el tiempo ha sabido ponerse en pie y volver al esplendor que caracteriza a Yerbas Buenas desde sus inicios.